veo pasar un mundo singular,
un jardín espeso como una algaba
y las carcajadas de los pajarillos en su inefable vuelo matutino.
Allá en la esquina un rosedal me informa
que es invierno y todas las flores están mustias,
aún aquellas que yo creía inmarcesibles han perdido
su vitalidad y su color.
Y yo marchita esperando la fuga del rocío,
Contemplo asombrada como el jardín soy yo,
como crecen débiles esquejes
que pretenden llegar al sol.
...y me siento absorta a contemplar
el débil río de luz que todo lo baña con su fulgor.
Me duele la tierra, un tanto árida ahora
y las semillas qu.e Otoño plantó,
y entre todas las cosas
me dueles tú
tu ausencia, tu recuerdo,
tus ojos más que nada:
pardos ojos que la mañana arrástró.
Me duele tu cuerpo
en el huerto de caricias
que un día cultivamos con fervor.
Ah como duele este jardín
entre sombras y color.
Correré las cortinas para refugiarme en la lobreguez
y en el silencio que como estatua
se yergue en la inmovilidad
tras los cristales.
Paula Cruz Roggero
Correré las cortinas para refugiarme en la lobreguez
y en el silencio que como estatua
se yergue en la inmovilidad
tras los cristales.
Paula Cruz Roggero
Hoy mi querida Paula me dejas pensando en ese jardín que necesita más que nada cariño y mucho amor.
ResponderEliminarTriste poema que si lo regamos un poquito segura estoy que nos dará una bella flor.
😘😘Feliz semana!!
ResponderEliminarNo me gusta ver llorar a una mujer. Pero hay gritos y gritos. El poema que ilustra la foto es, poéticamente, impresionante.
Me encantó leer.
.
Que tengas una feliz semana
Saludos poéticos
Cuando estamos tristes y necesitados de amor vemos un simil en muchas cosas que nos rodean y bellos jardines se convierten en mustios y vacíos como nuestra apatía y soledad
ResponderEliminarMuy bien expresado y tremendamente sentido
Me gusto mucho
Besos