de este río de sombras
que fluye entre meandros
en la noche silenciosa.
Regálame una hilacha de luz
aunque más no sea,
un pequeño fulgor,
la palidez de un rayo filtrado entre las opacidades...
Que yo te busco a tientas,
y tengo un altar donde te rezo,
llena de ti en la mirada,
vacuo, ausente el corazón.
Iré encendiendo una fila de velas
en cada lugar donde te encuentre,
la habitación estará llena de plegarias
y las plegarias estarán llenas de ti.
Dame, dame una partición de tu luz
mientras tejo la toga de una vestal
y me entrego a ti en los claroscuros de las velas
y como a la ostia te recibo,
yo mujer, tú mi dios.
Paula Cruz Roggero
Un interesante y poético sentir.
ResponderEliminarAbrazos Paula se feliz
Tu oración es una bonita poesía. Besos
ResponderEliminarEs una plegaría muy sentida. Me ha gustado.
ResponderEliminarUn abrazo