lunes, 10 de agosto de 2020

POEMA 191


En la anáfora de tu nombre
en cada sentencia que pronuncio,
escucho tu voz haciendo eco,
humedecida en flores
resquebrajadas por el silencio.
Me gusta escucharte
y saberte allí entre sombras,
como un anuncio de vida o de muerte.
Esa voz me eleva más allá de la soledad,
se convierte en algo vivo
como una sierpe deslizándose
por las esquinas de la habitación.
Y yo como un ente repito y repito tu nombre,
y cada rincón se enciende
y cada pared agranda sus fisuras
y cada sueño se coagula en el centro de mi ser.
Nombrarte hace nacer extrañas mariposas,
pajarillos que carcomen mi piel
Y no hay nada que pueda hacer.
Siempre en la anáfora de tu nombre.

Paula Cruz Roggero





7 comentarios:

  1. Repitiendo el nombre de quien nos hace vibrar. Muy bueno, abrazos

    ResponderEliminar
  2. Eres maravillosa escribiendo poesías, no dejo de admirarte, Paula.

    Un beso enorme con mi admiración.

    ResponderEliminar
  3. Repetir su nombre nos acerca más a él.

    Un beso

    ResponderEliminar
  4. No sé si repetir, como un mantra, el nombre de quienes inspira, sólo es una manifestación del amor, o esconde un algo de obsesión.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Repetir su nombre como en oración es una forma de sentirlo cerca..... Saludos amiga.

    ResponderEliminar
  6. Repetor su nombre como una plegaria. Hermosi poema!! Beso

    ResponderEliminar