la vasta extensión de tu piel
y me refugio entre sombras
y espío: todo tú, toda yo.
Tu voz resuena en mi mente
como cientos de pájaros en bandada.
Se vuelve un eco
que en el fondo canta.
Amanezco embebida de ti,
Con tu sabor en la boca,
Las orquídeas me rodean
elevando culto a tu cuerpo.
Soy ante todo una mujer
en el amor, caída en el amor.
Eres un ser lustroso y
como una serpiente te deslizas despacio,
abres surcos donde pasas,
dejas vestigios de tu presencia:
una caricia marcada a fuego,
Un beso que abduce mi piel.
Yo no sé mucho de esto de amar,
por eso me arrastro en las sombras
temiendo un no sé qué...
mientras tú, lúbrico y envuelto
en tu pálida desnudez
avanzas hacia mí.
Paula Cruz Roggero
Hoy me encandila tu poema y me embellece la vista con la imagen que nos dejas.
ResponderEliminarBesos y abrazos!!
Poema deslumbrante
ResponderEliminar.
Abraço sentido.
Paula!
ResponderEliminarBelissimo poema!
Palavras encantadas que nos levam para um outro universo onde o inpossível não existe!
Beijos.
A.S.
Preciosa comparación con el sonido de las aves. Pura belleza en tus letras. Un beso grande
ResponderEliminarQué estupendo sentir, qué bello poema
ResponderEliminarUn abrazo