descubro el candor de una vela.
Crece y crece en mi silencio
parpadeando
sin cesar entre las sombras.
Me gusta encender un pabilo y mirarlo consumirse
minuto tras minuto, instante a instante.
Comienzo a compenetrarme con la noche,
a fundirme con su oscuridad,
a integrarme a las paredes opacas y al frío de su cenit.
Hay pájaros en mi silencio,
trinos que no puedo detener,
picos que avizoran mi soledad,
...y el pabilo arde,
rellena los espacios con su luz.
Los claroscuros pintan mi cuerpo
de deseo, de deseo de integrarme al espacio
y comulgar con el pozo que es su oscuridad.
Un aljibe profundo donde me sumerjo
entre las figuras estiradas por la luz de la vela.
Hay mariposas en mi soledad
que sobrevuelan mi cuerpo.
Es un jardín a la luz de un pabilo
Mis manos son racimos de flores;
y mis curvas, hondonadas en un desierto.
Si llegas a mí entre la maleza
y la hermeticidad
Seguro beberás de mis aguas,
seguro nacerán estrellas.
Seguro te miraré como la culebra verde
en la ciénaga atascada
Me echaré a dormir rodeada de animales en mi silencio,
en el cieno perfumado
de una oscuridad de pabilo.
Paula Cruz Roggero
Si llegas a mí entre la maleza
y la hermeticidad
Seguro beberás de mis aguas,
seguro nacerán estrellas.
Seguro te miraré como la culebra verde
en la ciénaga atascada
Me echaré a dormir rodeada de animales en mi silencio,
en el cieno perfumado
de una oscuridad de pabilo.
Paula Cruz Roggero
Una oscuridad que desgarra y una soledad que se siente en cada palabra.
ResponderEliminarUn abrazo Paula
Mucha soledad para compartir con tus pensamientos para dejar nacer tus versos. Abrazos
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ResponderEliminarBuenos días: - Bellos poemas -como el presente- se escriben en la soledad y el silencio de una habitación.
.
Dejando saludos.
Soledad , está envuelta en mil poemas y cada uno de manera distinta, a veces es necesario estar con nosotros mismos.
ResponderEliminarUn beso Paula.
Qué magia produce esa luz de las velas, danzante, deformante, y a la vez tan atávica
ResponderEliminarUn abrazo