¿Por qué no existe la noción de tiempo en mí?
Desde que te marchaste los minutos gotean
de una enorme clepsidra
y cada instante es una sombra de la muerte.
La primavera brota en l.as esquinas,
se llena el rosedal,
y lo contemplo como a un ser extraño,
simplemente no lo reconozco.
Porque estabas en todo lo que me rodea
y ahora no estás en ningún lado
siento el enorme vacío
de una cisterna de invierno sin fin.
Ciertamente ya no tengo tus ojos,
esos enormes ojos verdes
que sacudían el aire con su parpadeo,
y trazaban el destino de la tarde
con su mirada cansina.
Ojos coronados por sienes plateadas,
nimbados de un aura celestial.
Ni tengo tu cuerpo, valles y hondonadas,
salientes y colinas donde reposar.
Es primavera sin tu mirada,
una cruel primavera repleta de vacuidad.
...Y tengo las manos llenas de ti,
y el sabor de mi boca es el tuyo,
Y mi piel un gran manto para cubrirte.
El tiempo pasa y yo estoy suspendida en él,
como en un gran agujero negro...
Paula Cruz Roggero