Esta tarde se manifiesta pausada y tristona.
Camino frente a la ventana y observo:
Un remolino de hojas del invierno que pasa
y su silencio de flores mustias.
Sin embargo, hoy comienza a renacer:
el hibisco, las calas y el rosedal.
Siento un frescor que acaricia mis brazos,
una ráfaga que penetra mi piel,
y en medio de sombras y fantasmas,
un rayo de luz descompone el aire en miles de particulas
que fulguran y abrillantan el espacio.
Primavera llega en un mutismo absoluto.
Repito tu nombre y resquebrajo el silencio.
Pienso en ti.
Buenas noches querida Paula, que esa tristeza sea pasajera . Un fuerte abrazo
ResponderEliminarLlegará la primavera, en cada latido de los rosales, en cada suspiro del aire
ResponderEliminarUn abrazo
Todos los años llega la primavera, la naturaleza nos avisa y los sentidos se agudizan, todo pasa y todo mejora. Abrazucos
ResponderEliminarHermoso sentir a la primavera, encantador tu poema paula
ResponderEliminarBella forma de sentir la primavera, es como una versión espiritual de como sentir esa luz, ese calor, esa música... y dejar que haga su efecto en nuestras melancolías. Todo renace, incluso nosotros en esta vida.
ResponderEliminarUn abrazo amiga, espero que estés muy bien.
Paty.
¡Qué evocador resulta mirar tras los cristales de una ventana! Acuden mil ideas, mil sentimientos. Es un poema precioso, Paula. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo